Los alumnos de segundo de primaria han querido elaborar una cápsula del tiempo en la cual están introduciendo juguetes, cartas, fotos…todo lo que ellos quieran y puedan aportar.

Ahora que se ha saneado y arreglado nuestro jardín del Santísimo tenemos que buscarle un hueco para esta gran iniciativa.
La propuesta es que ellos guarden un recuerdo suyo ahora que tienen 8 años y lo puedan desenterrar cuando finalicen 4º de la ESO.

Creemos que puede ser una gran experiencia tanto sentimental como la puesta en valores y al volverla a abrir pues puedan recordar cómo aportaron su granito de arena y que sensaciones tendrán cuando sean adolescentes. Es decir, ¿tendrán la misma ilusión que en 2.013? ¿Les parecerá un rollo? Lo comprobaremos en el futuro.

Sabemos que esta tradición viene de los EEUU, pero hemos querido aportarla como una experiencia personal realizada con mucha ilusión.

Pero, ¿qué es una cápsula del tiempo?

Una cápsula o caja del tiempo es un recipiente hermético construido con el fin de guardar mensajes y objetos del presente para ser encontrados por generaciones futuras.
Hoy en día, el concepto de cápsula del tiempo se está popularizando. En Internet podemos encontrar capsulas del tiempo en formato digital como pueden ser fotografías, audios, escritos digitales o incluso vídeos.
Las cápsulas del tiempo se pueden clasificar según dos criterios, dando como resultado cuatro clases: según si son intencionadas o inintencionadas (como Pompeya), y si están pensadas para ser recuperadas en una determinada fecha o no lo están.

De acuerdo con el historiador y estudioso de cápsulas del tiempo William Jarvis, la mayoría de las cápsulas del tiempo normalmente no proporcionan mucha información útil.
En cambio, las ruinas de Pompeya contienen una gran riqueza de objetos de uso cotidiano, como pintadas en las paredes, comida en las chimeneas y los restos de personas atrapadas en las cenizas volcánicas.

 Jarvis sugirió que los objetos que describiesen la vida de gente que crearon las cápsulas, como notas personales, dibujos y documentos, incrementarían en gran medida el valor de las cápsulas del tiempo para el historiador futuro.

Para finalizar diré que de aquí a ocho años, habrá habido muchos cambios en nuestra vida y en la vida de nuestros alumnos. Esperemos que cuando la desentierren sigan igual de unidos como hasta ahora.

Fdo: Gonzalo Toval.

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