«Adeste fideles» suena en valenciano

 

Ruta del villancico. Centenares de escolares llegados desde todas las comarcas valencianas inundaron las calles del centro histórico por unas horas cantando villancicos sin cesar. El motivo fue la IV edición del Festival de Nadalenques al Carrer, que año tras año ve aumentado el número de participantes y riega las calles de la ciudad del espíritu navideño más contagioso.

Más de 700 niños niños madrugaron y desafiaron al frío para llenar el centro de Valencia de espíritu navideño, o lo que es lo mismo, de villancicos. Durante toda la mañana, alumnos de 29 colegios de toda la Comunitat Valenciana cantaron las tradicionales «nadalenques» en el marco del IV Festival de Nadalenques al Carrer.


La plaza del Arzobispado, concretamente la puerta románica de la catedral, fue el escenario que eligieron los organizadores del acto para reunir a los cientos de niños que, poco después, se distribuyeron por los diferentes puntos estratégicos para entonar sus cantos navideños. El jardín de la Basílica, la plaza de la Almoina, el belén del arzobispado (el único sitio interior donde los niños cantaban), la puerta románica de la Catedral, la plaza de la Reina, la plaza Redonda, Santa Catalina, el Micalet, la puerta gótica de la Catedral y el jardín de la Generalitat fueron los lugares estratégicos y emblemáticos del centro histórico de la ciudad que la organización del festival eligió para situar los coros itinerantes de los niños. 
La jornada comenzó a las 10 de la mañana, con un almuerzo en la plaza del Palau. A partir de las 10 y media dio comienzo el acto de bienvenida, donde se ensayó por primera vez con los 700 niños el villancico elegido este año, el tradicional «Adeste fideles», interpretado en latín y en valenciano. A continuación se distribuyeron los coros de los colegios, «siguiendo la estrella de Belén» que portaban los guías hasta los puntos de referencia. Todo un mecanismo de rotación se puso en marcha durante la mañana y la tarde, sorprendiendo a turistas y vecinos del barrio.
«Me tengo que obligar a irme, porque si no llego tarde. Si fuera por mi estaría aquí toda la mañana escuchándoles, persiguiéndoles por el recorrido», explicaba Antonia, jubilada del barrio. «Son encantadores, y la verdad es que te alegran el día» aseguraba Manuel. 
Profesores y alumnos calentaban la voz, continuaban su ruta, sin cansarse, sin perder ni por un momento la sonrisa. «Es el cuarto año que venimos, y nos lo pasamos muy bien», comentaba una alumna del colegio José Arnauda de Alcoy. 
A la una se volvieron a reunir los 700 en la plaza del arzobispado y cantaron al unísono el Adeste fideles. Comieron y continuaron alegrándole la tarde a los mayores de la casa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en la plaza de Santa Mónica. Guitarras, panderetas, cascabeles, e incluso algún clarinete y saxo, acompañaron musicalmente nadalenques como «Din Don Dan», «25 de diciembre», «Tiempo de Navidad» o «Ja és Nadal», algunos de ellos en versión moderna, con rap incluido y coreografía añadida.
Ahora ya, después de este maratón de canto, sí se puede decir que la Navidad está aquí.

Noticia extraída del diario Levante:

 

 

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